¿Te arrepientes de algo?
Aprende a transformar la “culpa” y los "debería" en acciones poderosas
Lo que hacemos o no hacemos muchas veces viene con su buena dosis de arrepentimiento. Por ejemplo, la semana pasada hablamos de procrastinación y después de procrastinar nos arrepentimos y sentimos culpa.
Arrepentimiento
Ya sea porque procrastinaste y dejaste pasar una oportunidad o porque apretaste el botón equivocado, o porque estás en números rojos o por la cara de alguien en tu entorno, hay cosas que tienen el don de despertar emociones que preferirías no sentir.
El arrepentimiento es una emoción que suele aparecer justo después de un mal resultado y escuchas esa voz que te dice: «Te equivocaste, otra vez».
Por supuesto, lo que más te gustaría es tener una bola de cristal antes de dar cualquier paso, que todo fuera fácil, sin riesgo y con resultados garantizados. Pero, sabemos que eso no pasa.
El arrepentimiento aparece cuando sientes que pierdes.
También aparece cuando dudas demasiado si seguir con algo o dejar de hacer algo que llevas tiempo haciendo, y te cuesta tomar decisiones, sientes como si la vida quisiera fastidiarte.
El arrepentimiento puede aparecer después de hablar demasiado o por callar todo lo que hubieras querido decir.
Lo bueno es que, del arrepentimiento como cualquier cosa en la vida, se puede ver la parte de la botella medio vacía o la parte medio llena, o sea su utilidad. Puedes usarlo para mejorar observando lo que sientes, de qué te arrepientes, escribirlo y decidir un plan con lo nuevo aprendido.
Entender qué salió mal y por qué te dolió emocionalmente te prepara para mejorar.
Todo lo contrario pasa, cuando te quedas dándole vueltas, pensando en las cosas que te quedaron por decir, por hacer, por decidir, preguntándote por qué había reaccionado así, o qué habría motivado tal actitud etc.
En lugar de quedarte estancado en el arrepentimiento, úsalo para ajustar tu estrategia la próxima vez. Pon tu atención en cosas más productivas y menos destructivas.
No resulta fácil, lo sé. Pero es más saludable y práctico. No sirve de nada estar metida en un bucle que genera ansiedad y te impide avanzar.
Tu forma de lidiar con los errores, las pérdidas, los arrepentimientos, es lo que va moldeando esa mentalidad ganadora que tanto necesitas.
Habrás leído o escuchado muchas teorías para soltar lastre, para vivir el presente, para focalizar tu energía en el hoy. Para que ni el peso del ayer ni la incertidumbre del mañana te impidan disfrutar de tu vida ahora.
Todas las teorías tienen algo de bueno, pero de todas esas teorías ¿cuántas has puesto en práctica? Y ¿Durante cuánto tiempo? De nada sirven si no las aplicas.
Sentir arrepentimiento es vivir en la energía del ayer. Te propongo que empieces identificando los arrepentimientos, que tienes ahora mismo en tu vida, todos son vínculos negativos.
Identificarlos es el primer paso para romperlos y construir tu verdadero camino.
Ha llegado el momento de comenzar a manifestar lo que quieres disolviendo barreras y vínculos negativos que te impiden alcanzar tus aspiraciones del día a día.
Cómo disolver las barreras del arrepentimiento
Ideas para liberar esa energía atrapada en el pasado y comenzar a construir un presente más pleno:
1. Acepta tus emociones sin juicio
El arrepentimiento viene acompañado de culpa, tristeza o frustración. Permítete sentir estas emociones, pero no te identifiques con ellas. Son visitantes, no tu identidad.
Ejercicio: Escríbete una carta como si fueras una amiga comprensiva. Reconoce lo que sientes sin criticarte.
2. Reenmarca el pasado como aprendizaje
En lugar de ver el pasado como una carga, busca las lecciones que te ha dejado.
Ejercicio: Pregúntate: ¿Qué aprendí de esta experiencia que me hace más sabia hoy? Escribe una lista y léela en voz alta para interiorizarla.
3. Suelta el "debería haber hecho"
El "debería" nos mantiene atrapadas en expectativas irreales. Lo que hiciste, lo hiciste con los recursos emocionales y mentales que tenías en ese momento.
Práctica: Cambia el diálogo interno de "Debería haber sabido mejor" a "Hice lo mejor que pude con lo que sabía entonces".
4. Crea un ritual de liberación
Los rituales simbólicos son poderosos para cerrar capítulos emocionales.
Ejemplo: Escribe tus arrepentimientos en un papel. Léelos en voz alta, agradece lo aprendido y luego quémalo (con seguridad). Siente cómo se disuelve esa energía.
5. Enfócate en el presente y el futuro
El arrepentimiento te estanca en lo que ya no puedes cambiar. Redirige tu energía hacia lo que puedes construir ahora.
Ejercicio: Cada día, haz una lista de 3 cosas por las que estás agradecida en tu presente. Esto entrena tu mente para mirar hacia adelante.
Elige cada día 3 cosas que si o si vas a hacer y que te acercan a lo que quieres ser y vivir.
6. Practica el perdón hacia ti misma
El arrepentimiento a menudo se arraiga en la autoexigencia. Aprende a perdonarte por tus errores. Hiciste lo mejor que podías.
7. Rodéate de apoyo emocional
Hablar con personas comprensivas, ya sean amigos o profesionales, ayuda a poner las cosas en perspectiva.
Acción: Busca grupos de apoyo o un espacio terapéutico donde te sientas escuchada y validada.
8. Adopta un compromiso contigo misma
Cada vez que surja el arrepentimiento, recuérdate que eliges avanzar.
Frase afirmativa: "Hoy dejo ir lo que no puedo cambiar y abrazo mi poder para crear un futuro diferente".
Al fin y al cabo, todo cambia con un cambio de perspectiva.
Recuerda que superar el arrepentimiento es un proceso, no algo que sucede de la noche a la mañana. Sé paciente contigo misma y reconoce cada pequeño paso que das hacia tu paz interior.
Poder ver la situación de una forma nueva que antes no veías, te aporta claridad y te abrirá el camino hacia la solución/recompensa que tanto tiempo llevas esperando.
¿Quién no se arrepiente de nada? Me interesan las cosas cotidianas de la vida y el arrepentimiento lo es. Por eso te explico cómo gestionarlas para vivir mejor. Si tu vida se asemeja en algo a lo que describo, déjame un comentario y te invito a que me leas, te suscribas y compartas.
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